BIENVENIDOS
Esperemos que les guste.
jueves, 24 de marzo de 2011
Una vez dentro, la primera imagen que sobreviene a la vista del espectador, es la de una horda de ángeles semidesnudos (con grandes ojos, cabellos rubios y ensortijados) y distintas expresiones que ocupan cada uno de los rincones incluso hasta aquellos imperceptibles a simple vista y penden en actitud descendiente como si estuvieran bajando de las alturas para compartir con los mortales el espacio terrenal. Aunque el clero español hizo construir en honor a la Virgen María el templo, los indígenas que modelaron las yeserías no se olvidaron por completo de Tonantzin ni de su propio universo, aludiendo a ellos en una iconografía mexicanista compuestas por ángeles morenos, nichos con penachos de plumas, frutas tropicales (mango, chile, coco, plátano, flores y plantas de vivos colores rojos, azules, amarillos, verdes y rosas. etc.) y sobre todo mazorcas de maíz, fueron laboriosamente creadas con una mezcla de barro, paja y una sustancia viscosa extraída de la hoja del maguey, y luego horneadas y coloreadas especialmente para ser una pieza más dentro del engranaje visual que ofrece el interior de la iglesia.
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